Gonorrea
La gonorrea, del griego γονόρροια, (gonórrhoia: flujo de
semen), también denominada blenorragia, blenorrea y gonococia, es una infección
de transmisión sexual (ITS) provocada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae o
gonococo, cuyo huésped específico es el ser humano. Afecta principalmente las
mucosas del aparato genital y urinario, pero también puede afectar la
conjuntiva ocular, la faringe y el recto. Sus características más habituales
son la secreción purulenta por la uretra en el hombre y la consecuencia de
infertilidad en la mujer.
Epidemiología
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que se
producen 106 millones de casos nuevos en el mundo cada año. En Estados Unidos de
América, la gonorrea ha sido una de las enfermedades contagiosas de mayor
frecuencia desde 1965. En ese país, la incidencia de infecciones causadas por
N. gonorrhoeae es de aproximadamente 375 casos por cada 100 000 habitantes. En
México la incidencia descendió en la segunda mitad del siglo XX, desde 213
casos por cada 100 000 habitantes en 1941 a 20 casos sobre el mismo denominador
en 1989. En la década de 1990, la tendencia en México se mantuvo descendente,
con una incidencia en 1995 y 1996 de 8,8 y 13,7 por cada 100 000 habitantes,
respectivamente.
Etiología
La gonorrea es causada por una bacteria llamada Neisseria
gonorrhoeae o gonococo. Esta bacteria es un diplococo Gram negativo, de entre
0,6 a 0,8 micrones de diámetro, no flagelado, sin cápsula, cuya superficie
externa está compuesta por fimbrias que consisten en largos pelos denominados
pili. En el microscopio se ve como dos estructuras arriñonadas o en granos de
café, unidas por la concavidad en pares adyacentes. El gonococo es un
microorganismo lábil al calor, a la refrigeración y a diversos antisépticos. Es
sensible a la desecación y resiste poco al aire (una o dos horas).
La transmisión puede ocurrir durante el acto sexual, en el
parto (si la madre está infectada), o por contaminación al llevar secreciones
contaminadas de una mucosa a otra.
Patogenia
Los primeros lugares que afecta la bacteria son el epitelio
columnar de la uretra y endocérvix. El recto, la faringe y la conjuntiva de los
ojos también pueden verse infectados. La vulva y la vagina de las mujeres,
normalmente, también son afectadas, puesto que están ligadas con las células
epiteliales. En las mujeres, el cérvix suele ser el primer sitio infectado.
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